Camino de Santiago, etapas de experiencia

A través del testimonio de Marie Cécile descubrimos como la palabra experiencia, tantas veces repetida, cobra vida a través de rostros, nombres y situaciones vividas en cada etapa del Camino de Sarria a Santiago. 

 

¿Quién es la hermana Marie Cécile?

Soy una religiosa de la Asunción, vengo de Burkina Faso, un país situado en África Occidental y pertenezco esta Provincia. 

¿Por qué estás aquí? 

Estoy en la Provincia de España para vivir una experiencia de vida misionera, estoy haciendo una experiencia con mis hermanas mayores. Vivo en la comunidad de Collado Mediano. A través de sus experiencias, descubro la belleza de la vida religiosa, que es una vida entregada y sin reservas hasta el final por amor a Jesucristo y por el anuncio de su Evangelio.

¿Qué significa para ti peregrinar? 

La peregrinación me pone en movimiento interior y exterior para ir al encuentro del otro.  Es para mí un lugar de encuentro con Dios, con mi mismo, con los demás. Un lugar de deseo de Dios, un lugar para descubrir la gracia de Dios en mi propia vida. Un lugar de contemplación, de perseverancia en el caminar. Un lugar de comunión, de perdón, de compartir, de acoger la diferencia como una riqueza.

 Hice la experiencia del Camino de Santiago caminando con bastón, que es un gran apoyo para caminar y, sobre todo, subir cuestas. A caminar, experimenté mis límites, especialmente cuando tuve que subir cuestas, sentí el peso de la fatiga. Pero estaba habitada por una sed de Dios, un deseo de contemplarlo en el silencio del bosque que atravesábamos todos los días.

 El silencio durante la peregrinación me permitió también a rezar por la gente, mis hermanas, mi familia, a pedir perdón a Dios; rezar por la Congregación, que estaba viviendo el Capítulo General y rezar por las vocaciones. Los cantos de los pájaros me invitaban a alabar a Dios. El ambiente de nuestros jóvenes y otros peregrinos; todo me hablaba de Dios.

 Una cosa que me llamó mucho la atención durante el Camino fue el ánimo entre los peregrinos con las palabras “¡buen Camino!”. Para mí esta expresión es un lenguaje de amor que tenemos los unos por los otros al estar haciendo el mismo Camino. Caminábamos con un objetivo común: llegar juntos con alegría. 

Que nos compartes de tu experiencia del verano de haber hecho el Camino de Santiago

¡Mi experiencia del verano ha sido maravillosa! Me gustaría dar gracias al Señor, fue para mí un gran cumplimiento de un deseo que tenía desde hace muchos años. "El Señor siempre cumple sus promesas" nos da lo que necesitamos a su tiempo. Hizo posible lo que yo veía imposible ¡que su Nombre sea bendito por siempre! Gracias a la Provincia por darme la oportunidad de llevarlo a cabo poniendo a mi disposición todos los medios necesarios. Bendigo al Señor por todas las personas que ha puesto en mi camino durante esta experiencia, de modo especial a los monitores y a nuestros alumnos, que han sido para mí un signo de la gracia de Dios y que han hecho posible esta experiencia. Su atención, su aliento que me estimulaba en mi camino para subir las cuestas, su delicadeza y atenciones en mis pequeñas necesidades. Su modo de ser me reveló la ternura de Dios. Hemos formado una hermosa comunidad fraterna del Camino. 

Agradezco a mi comunidad que se encargó de prepararme, dándome todo lo que necesitaba por el Camino. Gracias a mis hermanas Ana Alonso, Bego y Loli que me prepararon, animaron y apoyaron durante todo el Camino con sus consejos y su ánimo para aprovechar la experiencia. Me gustaría agradecer la gran delicadeza de hermana Carmen Morales en Sarria, que nos cuidó. ¡Le doy gracias por el bastón de peregrino!  

Esta experiencia fue posible gracias a la determinación, la motivación y la pasión de los monitores desde el primer día, en la reunión de formación y de preparación, hasta el último día del Camino. Su alegría de estar con los niños y de transmitirles esta vida de fe según el Espíritu de la Asunción. La dinámica de cada día me ayudó a vivir la experiencia. Sentí el Espíritu de familia. 

Voy a aprovechar esta oportunidad para dar gracias a cada uno de ellos por todo lo que han sido y significado para mí. 

La llegada a Santiago, especialmente a la Catedral, fue otra grandiosa experiencia. Entramos triunfantes como Jesús en Jerusalén con las banderas de España y de la Asunción, con la canción “sube, sube Asunción con alegría y coraje. ¡Fue maravillosa! 

Gracias