(Final) Sesión internacional JPICS India, Pune 2023
Y al fin en nuestro destino PIRIAPONCH el viernes 1 después de Pandripani, hasta el martes 4 la acogida es emocionante ¡se me hace un nudo en la garganta! pisando tierra sagrada sobre hojas de plantas, que las mujeres de las aldeas han cosido, llegamos a la casa de las hermanas, nos lavan las manos y los pies, como se hacía en tiempo de Jesús y es un gesto que ya nos incluye en la comunidad de la que ya formamos parte, hombres mujeres y niños de todas las aldeas están presentes. La mayoría son cristianos y tienen un profundo sentido de comunidad. La naturaleza alrededor es tranquila y limpia de contaminación
La Asunción lleva aquí veinticinco años y la transformación ha sido ESPECTACULAR, ¡aunque las hermanas quisieran que fuera más deprisa! Nuestra comunidad Asunción es un referente y ha pasado a serlo en estos años, al principio las hermanas estaban incluso en peligro de muerte. La misión en este vasto entorno tribal-rural que se extiende a 10 kms a la redonda, se lleva a cabo desde distintas aproximaciones: Dentro de nuestra finca tenemos, aparte de la casa de la hermanas, austera y pobre,
- un hostel para niñas sin familia o con muy pocos medios, provenientes del entorno tribal adivasi.
- una escuela infantil de 3 a 5 años que recibe a los niños de todas las aldeas vecinas, hay 65 niños y Suchita, una hermana nuestra, adivasi, de votos temporales, es la directora.
- La parroquia cercana tiene también un hostel para chicos con las mismas condiciones que nuestras niñas, pero mayores y
- una escuela secundaria con seiscientos alumnos, donde Preety, nuestra hermana, es la directora general.
- Manos Unidas apoya proyectos de agricultura importantes para los granjeros.
- El gran trabajo que se hace con las mujeres en todas las aldeas circundantes dependientes del pueblo es INCREÍBLE, el sentido comunitario es muy fuerte y el liderazgo que van adquiriendo les va haciendo autosuficientes con microcréditos generados por ellas mismas con la aportación de una rupia. El trabajo llevado a cabo por las hermanas se ha ganado la confianza del gobierno de Jharkhand y en cada aldea, ha construido una plataforma de cemento bajo un gran árbol donde las mujeres se reúnen por grupos en círculos semanalmente para tratar los asuntos importantes del pueblo y gestionar los recursos, como la mayoría son comunidades cristianas, ellos han añadido en cada aldea una imagen de alguna virgen o santo en una hornacina y rezan ante ella.
Una de las comunidades que visitamos es la responsable de recibir pesar y distribuir en cada aldea según las familias y los miembros que la componen los sacos de arroz y otros alimentos que el gobierno les proporciona dado que las cosechas no llegan para su sustento diario, las mujeres que saben leer y escribir son las responsables de llevar la cuenta cabal y enviar un informe al gobierno.
Visitamos también una comunidad cuyos niños están sin escolarizar y una voluntaria les enseña lo elemental para poder leer. También estuvimos en otra comunidad donde tomamos el te con todo el pueblo. En esta cpmunidad Manos Unidas les ha financiado una casa de cemento donde guardan la cosecha del maná (las flores que de donde luego sacan el aceite que luego venden en el mercado) la razón es que necesitan un sitio seguro para almacenar el alimento pues, al ser una zona donde abundan los elefantes salvajes, cuando estos tienen hambre atacan los pueblos y destruyen las casas de adobe donde está el alimento. Esto acababa de pasar la semana anterior a nuestra visita.
La Eucaristía del domingo fue muy participada, cada uno venía con su toalla para poder sentarse en el suelo frio e íban llegando desde las aldeas. El primer domingo de Adviento coincidió con la fiesta de San Francisco Javier, patrono de la parroquia, y la Eucaristía fue muy muy solemne. Después la presentación y fiesta con toda la comunidad cristiana y los alumnos de Secundaria de la Escuela Parroquial.
Desde el martes 5 hasta el viernes 8 que volamos de regreso a Europa con escala en Delhi y una noche en París compartimos la riqueza de las experiencias de inmersión, tan diversas según el lugar.
La recogida final, por grupos y en asamblea, nos lleva a elaborar las CONVICCIONES, LLAMADAS y SUGERENCIAS que se desprenden de toda la sesión y que compartiremos en nuestras propias provincias.
La Eucaristía final la presidió el obispo de Pune que luego comió con nosotras. Es un hombre entrañable y cercano. Fue muy emotiva e ¡incluso bailada por todos!
Bueno y aquí estamos de nuevo en la realidad cotidiana y con el corazón transformado.
MIL GRACIAS hermanas, Cecilia y especial al equipo internacional JPICS a LAs HERMANAS DE LA PROVINIA DE INDIA y este maravilloso pueblo que nos ha acogido y del que tanto hemos aprendido.