Consejos de Europa en Vilnius

Este año los Consejos de Europa han tenido lugar en Vilnius, Lituania. Al llegar al aeropuerto ya se notaba que la capital de Lituania iba a acoger la cumbre de la OTAN los días 11y 12 de julio. Los buses urbanos llevaban las banderas del país y de la OTAN. De la misma manera que la bandera de Ucrania también estaba muy presente en la ciudad: engalanaba balcones y ventanas, buses, coches y fachadas.
La Asunción de Europa se reunió en Trinapolis, una casa que actualmente pertenece a la diócesis de Vilnius pero que ha tenido una larga historia como convento y hospital. La gran iglesia de esta propiedad ha sido cedida, actualmente, a una comunidad de ortodoxos ucranianos. Está rodeada de una vegetación abundante y verde, además de un río.
El paisaje lituano llama poderosamente la atención por su color verde intenso y porque la naturaleza convive de manera armoniosa con las construcciones de casas y edificios. Esto proporciona una sensación de apertura y de calma cuando uno mira y contempla el entorno.
Las sesiones de trabajo nos permitieron revisar, tomar conciencia sobre algunos temas y proyectar algunos encuentros para el futuro. La base del trabajo fueron los puntos que estaban marcados en el Documento Final del CGP (página 16, Continente Europeo). Tuvimos cuatro encuentros. El primero de ellos con Tim, un joven holandés que por amor había llegado a Vilnius. Él nos compartió su proyecto de crear un restaurante donde trabajan personas con algún tipo de discapacidad. Pudimos comprobar como funciona este restaurante, ya que comimos en él. Algunos de los trabajadores son alumnos del Colegio de la Asunción de Vilnius. Su testimonio de vida fue para todas un ejemplo de arriesgarlo todo por aquello que se cree y también de Educación Transformadora. Otro testimonio; esta vez de un sacerdote. El padre Algirdas Toliatas tiene su parroquia en una iglesia que está en proceso de restauración. El edificio también alberga una larga historia como edificio de culto tanto cristiano y ortodoxo y de pertenencia al estado soviético. En la actualidad este sacerdote ha hecho de esta iglesia una comunidad viva, a través de los cursos de evangelización ALPHA. Además, tiene todo un proyecto para reformar la iglesia. Como curiosidad: el restaurante donde comimos se encuentra en la planta baja de esta iglesia. Sin duda, una sorprendente y nueva forma de ser Iglesia.

Monseñor Gintaras Grusas, arzobispo de Vilnius nos puso en conocimiento del transcurrir del Sínodo. También se llamaba Gintaras el sacerdote ortodoxo que nos explicó con gran detalle y claridad, las graves dificultades de la iglesia ortodoxa de Ucrania. Estos dos testimonios contribuyeron a enriquecer nuestros tiempos de compartir y de conocer la realidad local.
Tuvimos tiempo para estar con la comunidad de Vilnius; nos hicieron de traductoras, visitamos, rezamos y cenamos con ellas. Además de acompañarnos a la visita a Kaunas, la segunda ciudad más importante de Lituania.
Han sido unos días intensos de trabajo, de compartir, de escucha en comunidad europea; puesto que eso es lo que hemos sido en los consejos de Europa. Y todo esto vivido muy cerca de la guerra y de la cumbre de la OTAN. Impresionaba escuchar la oración por la paz en Ucrania tan cerca del conflicto. Una conclusión a estos días en Vilnius: historia de la Asunción en Europa inserta en el complejo contexto actual de Europa y del mundo.
Es justo y necesario que el agradecimiento, de manera especial al Consejo de Europa, por todo lo vivido, visto, compartido y rezado sea el final de esta reseña.